En un emotivo encuentro espiritual, el miércoles 6 de diciembre, se llevaron a cabo dos significativas liturgias que marcaron el cierre de importantes etapas educativas. En el caso de Kínder, las pequeñas celebraron con alegría el final de su paso por Pre-Básica, bajo la espiritualidad de Santa Elena. Acompañadas por sus padres, quienes, con gestos de confianza, bendijeron a sus hijas, se vivió un momento de construcción comunitaria, donde el amor y el respeto fueron palpables. Las niñas, llenas de alegría, cantaron a sus padres y les entregaron presentes, sellando así una etapa de aprendizaje y plenitud. Estudiantes del CESE, como muestra de participación activa, brindaron obsequios a las pequeñas, augurándoles éxito en el próximo ciclo.
Por otro lado, la liturgia de 8º Básico irradió luz a través del Evangelio de Juan, inspirando a las estudiantes a permanecer unidas al amor de Dios, como el sarmiento a la Vid. En este momento de trascendencia, la construcción de la comunidad se manifestó con la entrega de diplomas y pulseras, simbolizando la unión dentro del curso. La participación activa de estudiantes del CESE, con regalos y una emotiva canción dirigida por su profesor de Música, reforzó el sentido comunitario. Esta experiencia dejó en claro que la perseverancia y la confianza son fundamentales en el proceso educativo, marcando así la culminación de una etapa y el inicio de nuevas oportunidades en la Enseñanza Media.
